"Para fomentar el municipalismo popular es preciso el compromiso de la gente, no sólo que acaten lo que diga el ayuntamiento"

28/10/2021

Hay municipios en Euskal Herria que han adquirido un compromiso integral en materia de soberanía energética. La localidad vizcaína de Ea (836 habitantes en 2020) es una de ellas, y hemos tenido la oportunidad de hablar con su alcaldesa Iratxe Arriola para conocer sus proyectos actuales y planes de futuro.

Card image cap

En la década de los 70, el movimiento contra la construcción de la central nuclear de Lemoiz estuvo latente en la propia Ea y en toda Euskal Herria. Entre EA e Ispaster, en Ogella también se pretendía construir una central nuclear, lo que intensificó la conciencia en el pueblo a favor de las energías renovables y la descarbonización. Todavía hoy esta conciencia está presente en la población del municipio, lo que ha dado rienda suelta a diversas reflexiones y proyectos en Ea. « En 2019-2020 realizamos un diagnóstico energético de todo el municipio, repartiendo encuestas a la población y a las pequeñas actividades económicas », dice Arriola, para quien el objetivo era « identificar la potencialidad y las demandas del pueblo en materia de energía ».

De ella se extrajeron varios datos generales, como que el mayor porcentaje de consumo de energía lo tenían en la movilidad y, por tanto, la necesidad más urgente de cambio. « Hasta ahora sólo hemos tenido una línea de autobús que pasa cada dos horas. Esto hace que aumente el uso del coche propio, por lo que, por un lado, estamos negociando con la Diputación de Bizkaia para conseguir una mayor frecuencia de transporte público y, por otro, también estamos trabajando poco a poco en la idea de crear una cooperativa para utilizar coches eléctricos compartidos », nos cuenta.

El sistema de depuración ecológico-pasivo del núcleo de Bedarona en Ea es también conocido en esta casa. « Es un humedal artificial que depura el agua imitando a la naturaleza y que, por una serie de medidas adoptadas en su diseño, no necesita consumo energético », nos explica Iratxe.

« Asimismo, dentro de ese diagnóstico del año pasado, se analizó cómo el municipio puede generar sus propias energías renovables », dice. « A raíz de eso, en el sector forestal también tenemos un proyecto para avanzar hacia las energías renovables, a través del cual asesoramos a trabajadores para que utilicen modelos productivos más cercanos a la naturaleza, así como para hacer público un espacio forestal mayoritariamente privado ». Además, a orillas del río Ea se encuentra protegida una zona de 15 metros para el crecimiento de la vegetación natural de ribera. « Además, tenemos instaladas placas solares de 120 KW en edificios públicos, un anteproyecto para aprovechar la energía mareal, y queremos proyectar una red de biomasa desde el ayuntamiento... ».

Al preguntar sobre la clave para abordar este tipo de proyectos integrales, Arriola tiene la respuesta: « Hemos hecho las cosas desde la acción, sacando adelante pequeños proyectos, porque así es como se consiguen objetivos reales ». Sin embargo, aunque existe una conciencia colectiva en el campo de la energía desde los años 70, reconoce que la activación, el empoderamiento y la constancia de la ciudadanía es quizá el mayor reto por conseguir. « Lo importante para ello es la comunicación. Empoderar a la gente a través de mensajes directos y eficaces, seguir haciendo proyectos desde abajo hacia arriba. Pero cada ciudadana tiene sus preferencias; familia, trabajo... y suele ser difícil. Para fomentar el municipalismo popular hace falta el compromiso de la gente, no sólo que acaten lo que diga el ayuntamiento. Sin olvidar que este tipo de proyectos, lamentablemente, dependen de intereses políticos y corren el riesgo de cambiar o cancelarse entre una legislatura y otra ».